Blogroll

miércoles, 26 de noviembre de 2014

El Rey desnudo.

La desdeñosa descripción de que el Capitalismo es un sistema diseñado para hacer que los ricos se vuelvan más ricos y que los pobres se vuelvan más pobres es errónea de principio a fin. La tesis que se basaba sobre el supuesto de que los trabajadores se vuelven más pobres y los ricos más ricos y que las riquezas se concentrarán en pocas manos o en las de una sola persona se derrumba felizmente al estudiar la historia.

No existe un país dónde se abrazo la idea del Capitalismo, donde las condiciones de los trabajadores no hayan mejorado, mejoras sin precedentes por cierto, a pesar de los pronósticos de Karl Marx y de algún que otro seguidor, en los que no se creía mejorarían las condiciones de vida de los trabajadores. No se dan cuenta algunos aún que dónde existe libertad económica, y cuando se establece el mercado, donde el Gobierno no dirige y ordena todo el progreso aumenta.

Los hombres que hoy abrazamos la libertad de expresión, de prensa, de pensamiento, religiosa, la libertad para no ir presos sin un juicio justo o ser detenidos, en ocasiones no nos damos cuenta de que la libertad económica, el comercio y libre mercado, también son derechos, que no deberían dirigir y ordenar los que gobiernan, sin esta esencial libertad todas las demás libertades no se complementan, son ilusorias.

En nuestro querido país lo único que nos falta es regular mediante un decreto gubernamental el pensamiento crítico, aunque sea justo y noble eso lo sabemos, pero desregular significa libertades, y nuestro derecho a proponer o a escoger nuestra propia forma de integración a la sociedad. Ya sabemos que cuando hablamos de libertades no les es agradable para los que están acostumbrados y adormecidos al poder, pero los cambios necesitan personas, personas valientes y arriesgadas para encontrar y enfrentar desafíos.

Es verdad que la libertad económica sola no es una perfecta libertad, y que valoramos mucho la ley natural, pero no podemos continuar siendo ingenuos, el Rey está desnudo, y a los pueblos hay que empoderarles, pues tenemos la convicción de que el soberano es el pueblo, y la verdadera prueba radica en que el soberano, también tiene el derecho a chuparse el dedo o ser estúpido.

joisygarcia@gmail.com


0 comentarios:

Publicar un comentario

Blog Archive