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jueves, 2 de agosto de 2012

Ni una noche más en el socialismo.



Todavía cierro mis ojos y veo aquella enorme lona amarilla, que a escondidas de todos luego pintamos de color verde en la azotea de mi casa. En mi memoria están presentes hasta hoy las seis enormes cámaras de tractor que compramos José y yo a 250 pesos, las sogas monumentales que empapamos en petróleo, y la cara triste que puso mi papá, cuando sus queridos libros fueron a parar a un cuarto de la casa en frías cajas de cartón, al haberlo convencido "a duras penas" de que nos donara las largas tablas de uno de sus amados libreros, su incuestionable compañía de tantos años, los cuales adornaban la enorme sala desamueblada de nuestro hogar.
No conozco a cubano que no tenga un familiar, un amigo, o un conocido balsero. El drama de surcar los mares en la búsqueda de un futuro mejor, de libertades, o del sueño americano, ha sido desde 1959 la espectacular visión de no pocos en la Isla. Otra desgarradora muestra que. "sin contar con estadísticas certeras y confiables", nos heredara, para desgracia, nuestro impuesto y desgastado Frankenstein sociopolítico.
Hoy ojeo en las noticias que no le llegan a tantos cubanos, sobre una "quedada espectacular", la cual como gancho noticioso nos dice: "Llegaron al Aeropuerto Internacional de Miami y trás aterrizar desaparecieron". Se trata de dos jóvenes: Anailín de la Rúa de la Torre y Javier Núñez Florián, quienes son dos de los tres protagonistas de "Una Noche", cinta dirigida por la británica Lucy Mulloy, que narra el drama vivido de los balseros cubanos y que se exhibe en el Festival de Cine de Tribeca de Nueva York. El tercer actor, y que supuestamente regresará a Cuba, es Dariel Arrechaga, uno de los intérpretes en la cinta, que al igual que sus compañeros debutaron como actores en el largometraje de Mulloy.
Una Noche es una de las doce cintas escogidas por el Festival de Tribeca para optar por el premio a la mejor película que otorga el certamen, y que ya tiene a sus espaldas varios reconocimientos como la Spike Lee Production Grant o la Hollywood Foreign Press Association Grant. En un comunicado, representantes del festival solamente se limitaron a confirmar la ausencia de los dos actores cubanos.
Según comenta Mulloy a (AP/ENH) el objetivo de su película no fue el de mandar un mensaje de tono político, sino el de mostrar una de las realidades que vive Cuba y explicar "una historia sobre las emociones y las relaciones entre los muchachos". H istoria que representa la sociedad, la de a pie, la extenuada, la que en su in-percepción sobre la realidad no perciben los jerarcas.
Desde el punto de vista cinematográfico, hasta no poder ver el film no podré juzgar su calidad, su mensaje y otros aspectos, pero es incuestionable, innegable, que el mensaje llegó a los jerarcas y a todos, la realidad ha superado con creces a la ficción. Los jóvenes actores acaban de demostrarnos a todos que no quieren pasar una noche más, pero en el socialismo castrista.
Gracias a Dios, los dos coterráneos no tuvieron que sufrir la amarga experiencia de otros tantos cubanos, la de lanzarse al mar de la desesperación, arriesgando la vida en una rústica balsa cubana.

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