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martes, 7 de agosto de 2012

Lo ven... pues ya no lo ven ¿Qué les parece?


Lo más lindo de mi barrio es que cuando generalmente hago una pregunta (totalmente ciudadana) la mayoría (no todos) de mis vecinos elevan los hombros hasta la cabeza y dicen: "no sé".
Infiero que todas las prisiones del mundo, incluidas las privadas, tienen un cartel identificativo que orienta a los visitantes, familiares de reclusos, e inclusive a autoridades que supuestamente supervisan su debido buen funcionamiento. Pues bien, en mi país todo se circunscribe a lo que he querido llamar: "psicosis vivencial", algo que encierra un desgaste ciudadano, una desmotivación a intentar querer un país mejor, digno de ser estudiado y analizado con mucha, pero mucha paciencia en todos sus amplios matices y espectro.
Hace unos meses me dio por "pedir permiso" y sacar una foto de la entrada a la aparentemente nueva prisión que se edificó en el barrio del Guatao, específicamente en la Carretera de San Pedro. Dicha foto posteriormente acompañó un artículo informativo en la revista digital "Primavera de Cuba". Nunca imaginé lo que habría de suceder después.
Al poco tiempo del susodicho artículo, el cartel que informa a los familiares de las reclusas ha sido removido de su antiguo lugar y curiosamente, ante mis constantes interrogantes como vecino y ciudadano, nadie tiene respuesta, y como en todo o casi todo, otros me dicen que me intereso por cosas insignificantes, y yo mismo me pregunto: ¿no será importante que todos, incluidos primordialmente los familiares de las reclusas, estemos informados?
Todo esto trae desorientación y especulación, por lo que no pocos visitantes nos preguntan a medio camino: "¿dónde queda la prisión de Mujeres?"
Que manía la de las autoridades en mantener el secretismo y el anonimato, lo que todos monumentalmente observamos a diario, o de hacernos creer, como el mago malo y mediocre,. lo que todos vemos obviamente; y mucho peor para algunos, lo que angustiosamente imaginamos, pues como a la magia oscura, algunos la ven bien, pero por temor y terror no la quieren señalar.
¿No se había acabado el secretismo?

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