Blogroll

martes, 5 de julio de 2011

Hermosa historia y excelente lección.

La Habana, Cuba, julio de 2011
Joisy García Martínez.

Entre las ventajas que tienen las comunicaciones entre las personas, se encuentra el aprendizaje y el intercambio de bellas historias que podrían educarnos como mejores seres humanos, sorprendernos y hasta espantarnos. La historia que cuento a continuación me la hizo llegar mi Padre y a él un hermano en su fe, me pareció tan educativa, que la comparto con los lectores de este blog para de esta manera reflexionar.

Al que le van a dar le guardan, el buen carácter, fundamental para la convivencia.
Hermosa historia y muy buena lección.

Cuenta una historia que un judío trabajaba en una planta empacadora de carne en Noruega. Un día terminando su horario de trabajo, fue a uno de los refrigeradores para inspeccionar algo, se cerró la puerta con el seguro y se quedó atrapado dentro del refrigerador. Golpeó fuertemente la puerta y empezó a gritar, pero nadie lo escuchaba. La mayoría de los trabajadores se habían ido a sus casas, y era casi imposible escucharlo por el grosor que tenía esa puerta.

Llevaba cinco horas en el refrigerador al borde de la muerte. De repente se abrió la puerta. El guardia de seguridad entro y lo rescató. Después de esto, le preguntaron al guardia ¿a qué se debe que se le ocurrió abrir ésa puerta, sino es parte de su rutina de trabajo? El explicó: llevo trabajando en ésta empresa 35 años, cientos de trabajadores entran a la planta cada día, pero él es el único que me saluda en la mañana y se despide en las tardes, el resto de los trabajadores me trata como si fuera invisible. Hoy me dijo “hola” a la entrada, pero nunca escuché “hasta mañana”- yo espero por ese hola, buenos días, ese chao o hasta mañana- cada día. Sabiendo que todavía no se había despedido de mí, pensé que debía estar en algún lugar del edificio, por lo que busqué y lo encontré.
Esta es, la belleza del saludo.


0 comentarios:

Publicar un comentario

Blog Archive