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jueves, 14 de julio de 2011

Santiaguero o Habanero.

La Habana, Cuba, julio de 2011
Joisy García Martínez.

Danielito nació hace 38 días en el hospital materno-infantil Clodomira Acosta de la capital cubana. Cuenta la feliz abuela que el ansiado bebé trajo ingenuidad y frescura en una etapa trascendental para su familia. Él cautivó la atención de todos los médicos que lo atendieron, vecinos, familiares y hasta de amistades que no veían desde hace años. Al salir del hospital como es natural la familia procedió a la inscripción legal de Danielito, para lo cual les fue entregado un documento y aclarado que este proceso debían hacerlo en el municipio donde legalmente radica su madre, abduciéndole sin explicaciones –no sabemos bien por quien- este derecho al padre.

La progenitora tiene su dirección oficial en Santiago de Cuba, sin embargo vive desde hace años en la casa de su esposo que se encuentra ubicada en el capitalino municipio de Boyeros. Con todo el gasto que implica sacar pasajes y viajar a Santiago de Cuba, su progenitor Daniel se esfuerza, cree que es un simple trámite oficinesco y logra viajar con pasajes de ida y vuelta al oriente de la Isla.

Al intentar la naturalización del niño en el lugar establecido en Santiago, se encuentra con una traba burocrática, le informan que el documento emitido por el hospital se ha vencido, que solo era válido por 30 días. Aunque no reflejaba fecha de caducidad, fue imposible tramitarlo con el carnet de identidad de la madre y el desactualizado documento emitido por el hospital.

Los familiares en La Habana se mandan a correr, solo tenían 4 días para obtener otro documento en el hospital y pedirle al “buen samaritano” que manejaba el ómnibus a Santiago, que por favor hiciera llegar el imprescindible documento a Daniel.
Para no cansar al lector y extender esta historieta de atraso tecnológico, les cuento que apareció “gracias a Dios” el buen samaritano y le hizo llegar el dichoso documento a Daniel en Santiago, pero dos días después de lo planificado.

La historia termina sobre todo con muchos gastos para el padre de Danielito, ya que pierde su tiempo, el pasaje de vuelta a La Habana por haber permanecido en casa de sus suegros 7 días en vez de 4, adquirir un nuevo pasaje y tener que pagar “por fuera” un poco mas de lo establecido. Danielito finalmente es legalizado Santiaguero “sin conocer a Santiago de Cuba”, su madre y su padre continúan luchando por legalizar su hogar.
¿Será realmente la Habana la capital de todos los cubanos?.

Dinamismo en El Guatao.


Escrito por Joisy García el 13/07/2011 en Breves desde Cuba
LA HABANA, Cuba, 13 de julio (Joisy García Martínez, www.cubanet.org [1]) -Notables cambios pueden verse en la fisonomía de un pueblito en las afueras de la capital cubana.
Los llamados del gobierno a la “actualización” del modelo económico cubano van poco a poco transformando las fachadas de los pueblos y ciudades. Algunos ciudadanos han solicitado licencias para establecer- en las principales avenidas – pequeños negocios que la mayoría de la población define como “trabajos por cuenta propia o timbiriches” y que en su gran mayoría son pizzerías, cafeterías y puestos de viandas, atendidos generalmente por integrantes de una familia.
Guatao es un pueblo del capitalino municipio de La Lisa y limita, según la nueva división política administrativa, con la provincia de Artemisa. Sus habitantes aunque un poco escépticos al principio, no desestimaron las ventajas que ofrece esta recién introducida modalidad de la economía de mercado en Cuba y se propusieron romper la rutina, enfrascándose de lleno en lo que las autoridades insisten en llamar “actualización del modelo económico cubano”.
A la entrada del pueblito se construye una nueva pizzería, en la otra cuadra una cafetería muy bien pintada y con adecuadas condiciones higiénicas, que hace la competencia a la única cafetería estatal existente, que generalmente ofrece un menú muy limitado. También están a la venta en otros portales bellas confecciones de artesanía y diversos artículos útiles para la población.
La fisonomía de lo que parecía un pueblito fantasma comienza a cambiar, con esta infusión de dinamismo. Bici taxistas transportan pasajeros, uniendo a Guatao con Punta Brava y viceversa. Resolver el ya endémico problema del transporte continúa siendo una asignatura pendiente para las autoridades y ni parece llegar la hora de su solución.
Muchos opinan, esperanzados, que los tímidos cambios de índole económica que ha comenzado a introducir el gobierno, con el tiempo traerán importantes cambios socio-políticos. No obstante, su mayor temor es que el gobierno dé marcha atrás a las nuevas medidas implementadas.

martes, 5 de julio de 2011

Hermosa historia y excelente lección.

La Habana, Cuba, julio de 2011
Joisy García Martínez.

Entre las ventajas que tienen las comunicaciones entre las personas, se encuentra el aprendizaje y el intercambio de bellas historias que podrían educarnos como mejores seres humanos, sorprendernos y hasta espantarnos. La historia que cuento a continuación me la hizo llegar mi Padre y a él un hermano en su fe, me pareció tan educativa, que la comparto con los lectores de este blog para de esta manera reflexionar.

Al que le van a dar le guardan, el buen carácter, fundamental para la convivencia.
Hermosa historia y muy buena lección.

Cuenta una historia que un judío trabajaba en una planta empacadora de carne en Noruega. Un día terminando su horario de trabajo, fue a uno de los refrigeradores para inspeccionar algo, se cerró la puerta con el seguro y se quedó atrapado dentro del refrigerador. Golpeó fuertemente la puerta y empezó a gritar, pero nadie lo escuchaba. La mayoría de los trabajadores se habían ido a sus casas, y era casi imposible escucharlo por el grosor que tenía esa puerta.

Llevaba cinco horas en el refrigerador al borde de la muerte. De repente se abrió la puerta. El guardia de seguridad entro y lo rescató. Después de esto, le preguntaron al guardia ¿a qué se debe que se le ocurrió abrir ésa puerta, sino es parte de su rutina de trabajo? El explicó: llevo trabajando en ésta empresa 35 años, cientos de trabajadores entran a la planta cada día, pero él es el único que me saluda en la mañana y se despide en las tardes, el resto de los trabajadores me trata como si fuera invisible. Hoy me dijo “hola” a la entrada, pero nunca escuché “hasta mañana”- yo espero por ese hola, buenos días, ese chao o hasta mañana- cada día. Sabiendo que todavía no se había despedido de mí, pensé que debía estar en algún lugar del edificio, por lo que busqué y lo encontré.
Esta es, la belleza del saludo.


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