Blogroll

martes, 21 de junio de 2011

Mi cautiverio.

La Habana, Cuba, junio de 2011
Nelson Rodríguez Chartrand.
Es difícil expresar con palabras el lenguaje del alma, pues nos queda siempre la sensación y el vacío de no haber dicho nada, no obstante siento hoy la necesidad imperiosa de expresarme.

El pasado domingo 12 me levanto algo diferente, con deseos de salir de mi habitación, echar a un lado los libros y dar un paseo. Pienso por un momento en la razón de algunos amigos, que me alertan del daño que me puede causar los extensos períodos de aislamiento que me impongo, y como magia, recuerdo que ese día cumple años alguien que se alegraría de mi presencia y sin reparos decido visitarlo.

Aproximadamente a las 9.00 PM, me dispongo regresar a mi hogar con esa mezcla de alegría y nostalgia que sienten las almas incomprendidas después de experimentar un poco de afecto y solidaridad, y paf, ¡que decepción! En la esquina de 5ta avenida y calle 96 en el municipio playa, a solo 80 metros de mi hogar me cortan el paso 6 agentes del supuesto orden público, adolescentes todos, 4 jóvenes y dos jovencitas, los que de una manera inexperta solicitan mi identificación personal.

Con educación me identifico ante una de las agentes, y acto seguido me encuentro en el suelo con la cara en la acera y esposado brutalmente a la espalda por los jóvenes agentes. Solo atiné en decirles que yo podía ser descansadamente su padre y que no mancharan su conciencia siendo tan jóvenes, respondiéndome uno de ellos: Yo tengo la conciencia sucia desde que nací. Sentí lástima.

Para no cansarlos, fui a parar a la 5ta unidad de la policía ubicada en calle 62 y 7ma, en el propio municipio, siendo detenido arbitrariamente por más de 3 horas y multado, además, por alteración del orden público, multa que como es lógico me negué a firmar, pues de hacerlo me convertiría en cómplice de una injusticia.

Al fin pude llegar a mi casa, eran las 2.20 de la madrugada, me acosté y antes de coger como de costumbre un libro, me pregunté: ¿No hubiera sido mejor quedarme en mi cautiverio?

Muchas gracias Joisy por darme la oportunidad de expresarme en tu espacio.




1 comentarios:

  1. Es lamentable hasta dónde ha llegado la otrora "gloriosa revolución" de Cuba, y a pesar de que en un país como el mío (Colombia) nos agobian problemas gravisimos, pienso que el no tener la libertad siquiera para expresarse es un gran atentado contra los derechos humanos. Animo, la esperanza no la puede arrebatar ni el más tirano de los tiranos.

    ResponderEliminar

Blog Archive